Myriam Swanson regresa con 'Golden Trash', un tema que parece escupido más que cantado
 
        
        Con la producción de Ander Agudo (Nubla, Macaco…) y grabada en Brooklyn, “Golden Trash” es ese golpe seco en la mesa que anuncia que Myriam no ha venido a repetir fórmulas, sino a prender fuego a lo ya conquistado.
Es el primer single después de "Calígula", y también la canción que encabeza un segundo disco que, de momento, ni siquiera existe como tal. Swanson juega con la paradoja: empezar por el principio de algo que todavía no está escrito. Y lo hace a lo grande, con influencias de Everything But The Girl, reminiscencias del house noventero, un envoltorio de alt-pop sin remilgos y una letra venenosa que desarma cualquier discurso edulcorado sobre el amor.
“Todos somos perpetradores, no amantes. No somos libres… somos destructores, recogiendo pedazos de algo que nunca nos perteneció”, dice Swanson sobre una canción que compuso para "Calígula" y que terminó exiliada de aquel álbum por “demasiado electrónica, demasiado evangélica”.
Con la producción de Ander Agudo (Nubla, Macaco…) y grabada en Brooklyn, “Golden Trash” es ese golpe seco en la mesa que anuncia que Myriam no ha venido a repetir fórmulas, sino a prender fuego a lo ya conquistado.
Después de una década al frente de proyectos de culto en la escena barcelonesa, Swanson se desmarca, se quita las cadenas y dispara con bala. Si Calígula fue un debut que sorprendió por su crudeza y sofisticación a la vez, este nuevo single es el aviso: lo que viene será más sucio, más atrevido, más adictivo.

 
