 
El pasado 3 de mayo nos dieron cita en la madrileña Sala Villanos para ver en acción a Antonio de la Cuesta más conocido por su nombre artístico Tonino Carotone un “italiano” nacido en Burgos y criado en Pamplona que como os podéis imaginar es una amante de la música italiana de los años 60s y 70s. Ya antes de emprender su carrera en solitario lideró una banda se llamaba Kojón Prieto y los Huajolotes con la que ya se movió por todo el país con sus temas ranchero-graciosos luciendo su vena sarcástica.
Es en el 2000 cuando lo ficha la discográfica Virgin Records y publica su primer álbum y mejor hasta el momento "MONDO DIFFICILE" que incluye su tema más conocido "Me cago en el amor", que es cuando se da a conocer en distintos programas de televisión y gira por salas de diversos formatos.
En esta ocasión Carotone con su compañero de su álbum conjunto que es su trabajo más reciente nos presentaban "MONDO DIVINO" con varios conciertos en Italia y tres en nuestro país. A parte de la capital también tocaron en Barcelona y Valencia.
Este álbum según nos contaban en la introducción es una celebración de la vida, la música y por supuesto el vino. Cabe destacar que lo más interesante es la faceta multi instrumentista del enólogo italiano que además posee una potente y bonita voz.
El espectáculo que no concierto, (prefiero referirme así ya que la música y sonidos eran pregrabados), duró más de hora y media y aunque sus voces si eran en directo para parte del público fue una decisión errónea el no ir acompañados de músicos en directo y que en conjunto el espectáculo desmereció.
Los acompañó en varios temas Piluca, una mujer con una estupenda voz y que con paciencia consiguió cantar a dúo con Carotone que como os imagináis es todo un personaje y con sus risas y charlas era difícil seguirle el ritmo.
Con Wilson emprendieron un recorrido por el reciente trabajo conjunto y entre tema y tema nos contaban historias sobre el vino algunas difíciles de entender ya que Tonino las dejaba inconclusas. Giulio Wilson nos cantó algunos temas suyos y otros populares, en mi opinión la mejor parte de la noche. A todo esto, tengo que decir que, aunque la sala no estaba ni a medio gas, en las primeras filas se respiró en todo momento un verdadero espíritu de verbena con muchas risas y bailes por parte de los asistentes que parecían estar poseídos o contagiados por la energía de Tonino y disfrutaron de una noche de oda al vino.
Como broche final interpretaron "Mamá" y "Me cago en el amor" con los que fue inevitable reírse, bailar, olvidar los complejos y dejar las exigencias musicales a un lado para dejarse llevar por el personaje.