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The Horrors en Santiago: un ritual entre tinieblas y distorsión.

Una Sala Capitol casi llena se sumergió en una noche de humo denso, luces sombrías y un Faris Badwan que, pese a los problemas vocales, lideró un directo tan oscuro como hipnótico.

08/04/2025
Texto: Diego Añon
Fotos: Paloma Fernández

 La noche del jueves 3 de abril, la Sala Capitol de Santiago de Compostela no fue una más. La visita de The Horrors, de la mano de SON Estrella Galicia convirtió el recinto en una cámara de ecos oscuros, luces tenues y cuerpos entregados a una de las propuestas más intensas del panorama alternativo. Con su mezcla de post-punk, electrónica y psicodelia industrial, la banda británica tejió un directo envolvente, físico y, en ocasiones, asfixiante.

Desde el arranque con “Silence That Remains”, el ambiente se volvió irrespirable en el mejor y peor de los sentidos. El humo, protagonista involuntario de la noche, cubría el escenario con tal densidad que en muchos momentos era casi imposible distinguir si había alguien realmente tocando allí arriba. Desde ciertos puntos de la sala, el grupo parecía más una silueta borrosa que una presencia tangible. Una decisión estética que reforzó el misterio… pero que también tuvo consecuencias.  

Las luces rojas, moradas y oscuras acompañaron esa atmósfera fantasmagórica sin romper en ningún momento el hechizo. Todo estaba cuidado para mantener esa sensación de ceremonia lúgubre, donde lo sonoro y lo visual se fundían en un solo lenguaje. Y el público —cercano al lleno, aunque sin agotar entradas— estaba completamente en sintonía: vestidos de negro, miradas fijas, y un silencio reverente entre canción y canción que hablaba de respeto y comunión. 

 El repertorio fue un repaso equilibrado por distintas etapas de la banda. Temas más recientes como “Ghost”, “More Than Life” o “Trial by Fire” convivieron con himnos ya imprescindibles como “Still Life”, “Endless Blue”, “Who Can Say” o “Sea Within a Sea”. El grupo sonó compacto, potente, con Amelia Kidd aportando capas atmosféricas a los teclados y una base rítmica sólida comandada por Jordan Cook.

 Sin embargo, en la recta final Faris Badwan comenzó a tener serios problemas vocales, visiblemente afectado por el humo que invadía el escenario. Su voz se fue quebrando, luchando por sostener el tono y la energía habitual. Aunque no abandonó el concierto en ningún momento, fue evidente que algo no marchaba bien. Aun así, la banda cerró con entereza un concierto que, más allá de los altibajos, dejó claro que su magnetismo sigue intacto.

 Una noche densa, incómoda por momentos, pero profundamente hipnótica. The Horrors no vinieron a hacer concesiones: ofrecieron un viaje oscuro, intenso y sincero. Y el público, que se adentró con ellos sin dudarlo, salió con los oídos zumbando… y la certeza de haber estado allí.

Setlist – The Horrors 

Silence That Remains
Three Decades
Mirror’s Image
Silent Sister
Sea Within a Sea
Endless Blue
Still Life
More Than Life
Ghost
Trial by Fire
Who Can Say
Lotus Eater
Scarlet Fields