Encabezado de NoSoloEsRuido

SEXY ZEBRAS en Vigo, un directo con más adrenalina de la que la sala que lo albergó podía asumir.

Texto: Diego Añon
Foto: Paloma Fernández
17/02/2025

 La noche del 14 de febrero de 2025, Vigo recibió a Sexy Zebras con su gira “Una noche de pogo con Sexy Zebras” en la sala Rouge. Como el propio nombre de la gira indica, un concierto de Sexy Zebras es pogo, es saltar, es cantar y gritar a pleno pulmón casi todas las canciones del trío madrileño. Una de las cosas más sorprendentes de Sexy Zebras viene siendo que llevan casi 3 años sin publicar un álbum nuevo, desde que en 2022 publicaron su último trabajo “Calle Liberación”, aunque sí hemos ido conociendo ya algunos adelantos de su próximo disco como son “Días de Mierda”, “Mañana no Existe” y “Marisol”, y aún así continúan con una agenda plagada de conciertos y festivales por toda la geografía Española.

 En lo que respecta al concierto, pues lo esperado, mucho pogo, con un setlist preparado para ello, con una pequeña parte para respirar a medio concierto. Abrieron la noche con “Bailaremos” de su álbum “Calle Liberación”, tras poco más de 30 segundos de canción tuvieron que parar en seco, ya que a José Luna se le rompió una cuerda de la guitarra, y le tocó cambiarla hasta que pudieran reponer la cuerda rota. Retomaron el tema desde el primer acorde, y ya si, comenzó una noche en la que todos los presentes, comenzaron a corear desde el primer momentos todos y cada uno de los temas de los de Hortaleza.

 Continuaron con “Libres” de su primer álbum “Volvamos a la Selva” que ya cumple 12 añitos. Los primeros golpes de batería de “Búfalo Blanco” hicieron retumbar por primera vez el suelo de la sala Rouge. Y ahí llegó el momento de presentar “Mañana no Existe” uno de sus temas nuevos, que todos los asistentes se sabían de principio a fin, bueno, como todas las canciones.

 Así fue transcurriendo el concierto, pogo tras pogo enfrente al escenario, pogos a los que en varias ocasiones saltaron desde el escenario algunos miembros de crew de Sexy Zebras, dejando a las claras que cada concierto es una celebración y una fiesta para ellos también.

Tras el pequeño respiro que conceden con “Marte”, arrancó la locura absoluta que siempre son la parte final de los conciertos de Sexy Zebras, donde ya todo se descontrola, y los pogos ya crecen hasta involucrar a la mayor parte de los presentes, incluidos ellos mismos. “O Todos o Ninguno”, “Jaleo”, “Charly García” o “Tonterías” forman el núcleo central de esa parte final, que en muchas ocasiones, solo esa parte final ya bien justifica el precio de la entrada.  

Sexy Zebras no dejan indiferentes a nadie, o te encantan o huyes de ellos, canciones aparentemente sencillas (con la dificultad que tiene conseguir eso), guitarra acelerada, batería acelerada, bajo acelerado y estribillos muy coreables, juntos en una coctelera, que agitada en medio de un pogo, dan como resultado una buena noche de música sin pretensiones más allá de disfrutar. 

 En una ciudad como Vigo con una buena cantidad de salas para conciertos y salas que se ofertan para conciertos, pero distan bastante de la calidad necesaria para serlo, la probabilidad de que el concierto que quieres ver, te coincida en una sala que no reúne las cualidades mínimas para albergar dicho evento, es bastante alta.

Lo peor del concierto de Sexy Zebras es que se celebró en un recinto que, pronto se reveló insuficiente para la intensidad de la banda madrileña y la entrega de su público. Desde el primer acorde, la sensación era clara: demasiada gente, poco espacio (totalmente imposible poder disfrutar del concierto con un mínimo de comodidad) y un sonido que no hacía justicia a la potencia del trío, que además se encontraron con un problema muy molesto en el sonido de la batería a mitad del concierto. Sin embargo, eso no impidió que la banda ofreciera un directo arrollador, fiel a su esencia rebelde y festiva. 

 A pesar de las limitaciones del recinto y los problemas de sonido, la banda demostró una vez más por qué sigue siendo una de las propuestas más enérgicas del panorama nacional. Sexy Zebras no entiende de medios tiempos ni de concesiones: si entras en su juego, sabes que saldrás sudado, afónico y con ganas de más.