El pasado fin de semana acudimos al concierto que dieron los Morochos, en la sala la Fábrica de chocolate en Vigo, un local con mucha tradición de música que sigue apostando por la música en directo, dando visibilidad a grupos emergentes y locales.
La apertura de puertas estaba programada para las 21:00 horas y el inicio del concierto a las 21:30, pero no fue hasta las 21:30 cuando por parte del local hicieron la apertura.
A las 22h ya empezaron los miembros que completan la banda de los Morochos, aparte de Juan e Ignacio, a caldear el ambiente de un público entregado.
Los Morochos se encuentran en su gira “De Donde Vengo Tour” donde presentaron las canciones que conforman su disco llamado “ De Donde Vengo”, entre los que se encuentran sus grandes éxitos como son “Gente de verdad”, “ Un lugar”, “De donde vengo”, “ Mi casita de cuatro ruedas” o “Agüita de coco” y adelantos de lo que será su próximo disco, así como versiones como, la de Calle 13 “Muerte de hawaii”.
Durante el concierto, antes de cada canción hacían un breve speech sobre cómo la compusieron o sobre la historia que les inspiró.
También es de comentar que tuvieron unas palabras acordándose de la gran desgracia que están sufriendo los valencianos.
En sus canciones se puede ver cuál es su filosofía de vida, visión sobre sus vivencias y te hacen un ambiente acogedor al escuchar las canciones en relación a sus familiares, más específicamente a su hermano de 7 años, Martin, y a su abuela.
Dentro de sus temas te puedes encontrar desde canciones con bases de rumba a canciones con base de reggae, una mezcla un poco rara, pero que a la vez es llamativa, cálida, bailable y que te hace evadirte de lo que estás viviendo en tu vida mientras escuchas cada una de esas canciones.
Durante todo el concierto de los Morochos, pudimos ver que aparte de ser una banda, son más que eso, son una gran familia, ya que se hacían bromas y gestos de complicidad entre ellos y encima del escenario cada vez que se suben se lo pasan en grande y eso es algo que transmiten al público y deja una buen recuerdo de ese momento.
El público, aunque fuimos alrededor de una 60 personas, se volcaba con cada acorde y letra de las canciones dejándose la voz y volviendo como en otras ocasiones a tener el teléfono en la mano grabando ese momento para “un recuerdo posterior”, el cual se quedará en la memoria de su teléfono, quedando en el olvido, en vez de vivir esa experiencia sin tener que tener que grabarlo todo, ya que cuando hablen del concierto que dieron los Morochos en la sala la Fábrica del chocolate en Vigo, van a hablar de lo que recuerdan, no de lo que tiene grabado en un aparato.
Al acabar el concierto, aparte de que todos ellos son majisimos, dedicaron un rato para estar con el público asistente para sacarse fotos, firmar discos o simplemente hablar con las personas que habían asistido.
Porque como propiamente dicen en una de sus canciones los Morochos “Somos de barra de bar, hogar de los buenos amigos, nos gusta disfrutar la vida, como sorbos de un buen vino, somos de mojar el pan, en todos los buenos momentos, viajé por el mundo, y te digo, como en casa en ningún sitio”.
