 
El pasado 6 de diciembre, aprovechando el puente de la tan manida y poco “votada” constitución, desembarcaron en la sala Malatesta de Santiago de Compostela Niña Polaca, para celebrar un concierto que había sido aplazado con anterioridad.
Para esta cita en la sala Malatesta había colgado el cartel de entradas agotadas semanas antes del concierto. La citada sala de la capital Galega cuenta con un aforo que ronda las 400 personas y quizás no sea la más bonita estéticamente, pero cuenta con un sonido realmente bueno. Es una sala completamente rectangular, en la que no existe ningún obstáculo que dificulte la visión del escenario desde ningún punto de la misma. También es de reseñar que en situación de aforo completo hay espacio más que suficiente para poder disfrutar de los conciertos con una buena comodidad.
Llegadas las 22:00 Niña Polaca no se hicieron esperar y salieron al escenario con total puntualidad, ante un público que abarrotaba la sala Malatesta. Unos instantes antes del inicio del concierto, me di una vuelta por toda la sala para observar qué “tipo” de público se había congregado para el concierto.
No es que me sorprendiera lo que ví, pero si me reforzó en la idea de que si estás disfrutando de un concierto de Niña Polaca, estás en el lado correcto de la música. Me explico, el espectro de edad iba desde postadolescentes hasta señores que pasaban la cincuentena con cierta holgura. En varios casos padres con hijos ya pasada la veintena, disfrutando todos juntos de la banda madrileña. Dejando bien claro que Niña Polaca no son una banda efímera, una banda de modas aupada por los grandes sellos, Niña Polaca son simple y llanamente música, por y para todos.
Comenzaron el concierto dando las gracias al público asistente, y explicando que tenían muchas ganas de volver a subirse al escenario, ya que llevaban casi dos meses sin hacerlo, tras sus míticas tres fechas con entradas agotadas en la sala La Riviera en Madrid (11, 12 y 13 de octubre). La banda, que comenzó como un cuarteto, tras algún cambio que otro, se ha asentado con un quinteto sumando a la causa a Claudia y Rubén que anteriormente formaban parte de Muro María. Este cambio y ampliación le han dado a Niña Polaca un sonido mucho más contundente en sus directos, que si previamente ya eran buenos o muy buenos, ahora ya son de Champions League. Personalmente podría ir a un concierto de Niña Polaca cada semana de mi vida, y nunca jamás me cansaría de verlos.
Comenzaron el concierto con “Ivona”, “Dolores Rayo” y “Master” y desde el primer acorde todo el público asistente coreó todas y cada una de las canciones. Continuaron con “San Francisco”, “M” y para cuando comenzaron “Travieso” la sala Malatesta estuvo a punto de venirse abajo.
“Joaquin Phoenix”, “Te vi en el Concierto”, “Invierno de Mierda” y llegó otro de los momentos álgidos de la noche con “Lo que yo te he Querido”.
“Mejor sin Ti”, “Los días Malos” y un supuesto respiro para todos con “Nora”, o eso creía yo, pero craso error, la canción sonó mucho más contundente que en estudio, pero mucho más, y en ese momento todos los asistentes estaban volcados en saltar, cantar y bailar todo lo que provenía desde el escenario.
Encarando la recta final del concierto llegaron “Madrid sin Ti”, “La muerte de Mufasa” y el brutal cierre de concierto con “Mucho tiempo Contigo”.
En este punto Surma, Beto, Von Kobbe, Ruben y Claudia soltaron sus instrumentos y se despidieron del público, el cual mientras los 5 tomaron el camino al backstage, comenzaron a corear “Pdr Snchz” a todo el volumen que sus pulmones podían. Por un momento la banda hizo amago de volverse al escenario, pero alguien les debió hacer alguna indicación de que no era posible, y terminaron por entrar a su camerino.
Pasaron unos buenos minutos y toda la sala Malatesta continuaba abarrotada y al grito de “Pdr Snchz”, lo que acabó provocando que Niña Polaca tuviesen que volver al escenario a medio vestir o a medio desvestir, depende como quieras verlo, y le dieron al público lo que pedían, no sin antes recordar a los asistentes que hacía tiempo que no la tocaban, y “que harían lo que pudiesen”. La locura vivida en esos momentos fue absoluta, y la comunión de público y banda fue total. Tras finalizar el tema, ya si pusieron fin a una noche de concierto mágica.
Este es el resumen de una gran noche, con una banda, Niña Polaca, a los que se les nota, y mucho, que aún disfrutan como niños sobre el escenario. Transmiten un “feeling” entre ellos, que todo el público nota y acaba involucrando en esa comunión a todo aquel que esté en el mismo recinto que ellos. Llevamos tiempo diciendo que Niña Polaca son, a día de hoy, una de las mejores bandas que tenemos en nuestro panorama musical. Sus dos últimos trabajos “Asumiré la muerte de Mufasa” y “Que adoren tus huesos” han cosechado la unanimidad de público y crítica, y lo han hecho porque además de ser brutales, la defensa que la banda hace de ellos en directo, está al alcance de muy pocos grupos a día de hoy. Desde la humildad y la discreción de lo no mainstream, Niña Polaca son la banda a la que debes escuchar, ver en directo y comprar sus discos, si te gusta la música.